
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de junio.- Con la llegada de la temporada de lluvias los problemas de humedad que afectan los pasillos de trasbordo de la estación Consulado, de la Línea 5 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, se agudizan.
A las filtraciones de agua que provienen del mal estado de la red hidráulica que surte de agua a la colonia La Joya, en los límites con la delegación Gustavo A. Madero, se suman los escurrimientos que ocasionan las lluvias.
A poco más de un mes de que comenzó la temporada de lluvias, los pasillos de trasbordo de la estación Consulado permanecen con encharcamientos que hacen peligroso el paso de los usuarios.
Las filtraciones afectan también techos y muros de esta conexión con la Línea 4 debido a la acumulación de humedad ocasionada por goteras y escurrimientos.
Excélsior informó desde diciembre de 2011 sobre el desprendimiento de fragmentos en techos de esta estación ocasionados por la acumulación de humedad, problema que, según los trabajadores de limpia, existe desde hace seis años.
“Tenemos que estar secando todo el tiempo y trapeando para que no se quede el agua en los pasillos. Ya se ha caído gente, por eso tratamos de mantenerlo seco”, dijo uno de los trabajadores de limpieza.
Durante un recorrido por los pasillos de trasbordo se comprobó que la sensación de humedad en el interior de la estación persiste y en algunas zonas se hace más intensa.
En el tramo que conecta desde las escaleras de andenes de la Línea 5 hacia el pasillo que conduce a la Línea 4 se observó que el sistema de drenaje interno es insuficiente, lo que ocasiona que el agua se desborde de las canaletas.
Una de las secciones más afectadas es el pasillo que conduce hacia las escaleras eléctricas de la Línea 4, en donde son frecuentes las goteras y la humedad se extiende hacia las carcasas que resguardan las lámparas de iluminación.
El riesgo se incrementa debido a que las instalaciones eléctricas se encuentran en mal estado, con cables sin recubrimiento y expuestos, lo que pudiera ocasionar un corto.
Además de mantener secos los pasillos, los trabajadores también se han visto obligados a colocar láminas de fibra de vidrio en el techo para intentar conducir los escurrimientos hacia la parte interna de los paneles que recubren los muros.
Otra estación que afronta problemas de escurrimientos, mismos que se agudizan durante la temporada de lluvias, es Centro Médico, de la Línea 3.
En esta estación, el andador que conduce hacia la Línea 9 es la zona en la que se concentra la mayor cantidad de goteras, principalmente en el área aledaña a la rampa de acceso universal.
Excélsior dio cuenta en agosto del año pasado de las afectaciones que ocasiona la concentración de agua en el subsuelo, misma que escurre dentro de las instalaciones de esta estación y que invade muros y techos.
Al igual que en otras estaciones, la solución del STC fue la de colocar láminas de fibra de vidrio para mitigar los escurrimientos y mantener al personal de limpieza en los pasillos para evitar encharcamientos.
Otro caso es el de Chabacano, en los pasillos de conexión entre las líneas 2 y 8 y 2 y 9, en donde los trabajadores colocan en el piso pedazos de cartón para absorber el agua.
En la Línea 3, en Niños Héroes y Centro Médico, las lluvias que ocasionó la tormenta Barry, dejaron encharcamientos en andenes; además, Tacubaya, Eugenia, Pantiltán, Copilco y Talismán se suman a la lista de afectaciones.



