
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de marzo.- Ante la severa deuda subnacional (estados y municipios), cuya salida si bien no pasa por ningún “borrón y cuenta nueva”, la Federación debe respaldar en forma impostergable a aquellos gobiernos locales cuyos débitos son tan altos que ya no disponen de recursos para atender los más elementales servicios de sus respectivas comunidades.
“El gobierno federal tiene que garantizar que en los estados y municipios sigan funcionando los servicios. Si ese estado ya no puede, si los municipios ya no pueden, tiene que haber un auxilio para resolver esa realidad, pero hay que resolverlas también mejorando la forma de recaudación, la capacidad de poder tener más ingresos, reorientando el gasto”, argumenta Luis Miguel Barbosa.
El coordinador de los senadores del PRD, al hablar con Excélsior, anticipa que este tema no es algo insalvable. Recomienda: “Estamos a tiempo de resolverlo, optimizando el sistema recaudatorio, si no caes en un círculo vicioso; después, fijando límites en la capacidad de endeudamiento; establecer un control también de la banca que se beneficia con la contratación de estos empréstitos ante las necesidades y la urgencia de resolver asuntos de estas entidades”.
Al presidente Enrique Peña Nieto, además, Barbosa Huerta le recuerda que en estos primeros 100 días de gobierno la oposición “se ha comportado con generosidad”, y prueba de ello es que le suscribieron el Pacto por México, pero le hace ver que se acabaron los tiempos de planes y propósitos, es hora de darle resultados a la gente.
Le hace ver al Ejecutivo que “la violencia en la sociedad sigue igual, la carestía sigue igual, los gasolinazos son repetidos. No vemos todavía el tiempo de los resultados. Sólo veo el tiempo de la planeación. Así es que yo llamaría a este gobierno… para que la sociedad percibiera resultados”.
Entrevistado en sus oficinas de la presidencia del Instituto Belisario Domínguez, el senador poblano descarta violencia o movilizaciones “radicales” por parte de los que se sienten afectados por las reformas, como el caso de la educativa.
Alerta, eso sí, sobre un posible “pacto” poco ortodoxo entre la Federación con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación “para anular la posibilidad de que el sindicato, o la vida del sindicato, tenga una nueva realidad en cuanto a democracia interna, en cuanto a rendición de cuentas, y en cuanto a honradez en el manejo de los recursos públicos”.
Recupera el asunto de las deudas de los gobiernos locales —en donde su bancada vertebrará, en unos días, una sola propuesta de las cuatro que han enarbolado los senadores perredistas— y resalta que no se le pide a las autoridades hacendarias que quiten de un plumazo los ancestrales débitos, pues “hay que determinar si hubo manejo indebido y fincar responsabilidades, de otra forma sería algo muy beneficioso para quienes abusaron de la función de ejercer el gobierno”.
De lo que se trata es, opina, “de salvar la realidad, de resolver la realidad” distribuyendo la capacidad de pago, y establece un paralelismo con una familia. Cuando en la economía familiar se presenta un problema similar “hay que ganar un poco más. Readecuar mejor el gasto. Hay que traer mayores ingresos pero gastar menos. Si te tienes que seguir endeudando por los bienes básicos, los alimentos, lo que tienes que hacer es un ordenamiento en tu consumo y en tu capacidad de endeudarse”.
—¿Anticipa, senador, un exacerbado ambiente de protesta social?
—No. No veo ese ambiente en la sociedad. Yo veo que hay una posición de la sociedad que está receptiva. Y a la expectativa. No veo un ambiente de ruptura social. Lo otro serían declaraciones irresponsables, comportamientos políticos no adecuados —responde.
Al preguntarle entonces sobre lo que anticipa precisamente en el caso de la presidenta vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo, el dirigente de los perredistas ratifica un posible arreglo entre el gobierno y la dirigente, pero el primero debe tomar decisiones adecuadas porque “ya se abrió el tema y hoy la sociedad exige que se revisen los hechos notorios, públicos, que hay en otros sindicatos, que se revisen, porque la autoridad tiene la facultad de investigar, ¿eh? Para que después no se diga ‘en mi gestión no se detectó ninguna irregularidad’”, y sonríe con sorna.
El futuro de la izquierda
En el caso de la izquierda en México, Barbosa Huerta acepta que no tiene la mejor condición de participación de la competencia por los cargos públicos, “pero veo una izquierda que se fortalece, se transforma con percepción social. No la veo radical ni radicalizándose. Veo una izquierda que busca una percepción social de ser confiable, con vocación de poder y que está en una ruta para alcanzar el poder público”.
Por lo demás, añade el senador perredista, en esa izquierda “sí hay corrientes de opinión, sí hay grupos y equipos políticos, como en todos los partidos”, pero también “hay que mejorar nuestra convivencia política interna, hay que evolucionar sobre prácticas más ortodoxas en el ejercicio de la política”.
A los izquierdistas “nos falta evolucionar en los protocolos, en ortodoxia política, sí, porque no hemos sido clase gobernante, pero preferible así a ir a formar un estilo de viejos protocolos”, dice, y anticipa que en el caso de Andrés Manuel López Obrador “deseo que le vaya bien a Morena, pero deseo que le vaya mejor al PRD”.
Los casos más graves
Son varios los estados inmersos en una grave situación económica, producto de, entre otras causas, las malas decisiones de sus gobernadores.
De entre los más endeudados sobresale Michoacán, que cuenta con una deuda total de 38 mil 868 millones de pesos, de acuerdo con la administración del gobernador Fausto Vallejo Figueroa.
Ante la grave situación económica del estado, la administración faustista ha diseñado un plan de saneamiento de las finanzas públicas del estado, que contempla el refinanciamiento de la deuda y la aplicación de un programa de austeridad en el gasto herencia caótica.
La deuda de Coahuila desató un escándalo nacional en contra de Humberto Moreira. A finales del pasado enero, en la página de la Secretaría de Finanzas del estado se publicó que hasta el 31 de diciembre de 2011 Coahuila debía a 11 instituciones financieras 35 mil 551 millones 843 mil 795 pesos.
Ahí se aclara que “es importante mencionar que los financiamientos y empréstitos contraídos hasta agosto de 2011 fueron contratados en circunstancias de turbulencia financiera y muchos de ellos a corto plazo, con condiciones de intereses, amortizaciones y garantías que en su conjunto se tradujeron en una fuerte presión sobre las finanzas del estado”.
En tanto, en Tabasco, el gobernador Arturo Núñez señaló que recibió del pasado mandatario, Andrés Granier, una deuda de diez mil millones de pesos.
Arturo Núñez dijo que Tabasco era “zona de desastre” y que requería “cirugía mayor”.
A finales del año pasado, Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato, dijo que el estado quedó tan endeudado luego de la administración de Juan Manuel Oliva, que no hay margen de maniobra para programas y proyectos como el de seguridad. Esto, al explicar por qué solicitó endeudar a la entidad con mil millones de pesos más.
Con esto, los guanajuatenses tienen ahora una deuda de alrededor de 8 mil millones de pesos, cuando una de las primeras promesas de gobierno de Márquez Márquez fue no endeudar más a la ciudadanía.
Hasta el cuello
Las siguientes son las 15 entidades más endeudadas, de acuerdo con la Federación Nacional de Municipios de México, con datos de 2012.
1- Guadalajara, Jalisco: 2 mil 681 millones de pesos.
2- Tijuana, Baja California: 2 mil 540 millones de pesos.
3- Monterrey, Nuevo León: 2 mil 146 mdp.
4- Zapopan, Jalisco: mil 447 mdp.
5- Benito Juárez, Quintana Roo: mil 366 mdp.
6- Nuevo Laredo, Tamaulipas: mil 115 mdp.
7- Mexicali, BC: 950 mdp.
8- San Nicolás de los Garza, NL: 902 mdp.
9- Tlaquepaque, Jalisco: 845 mdp.
10- Tonalá, Jalisco: 786 mdp.
11- Cuernavaca, Morelos: 761 mdp.
12- Hermosillo, Sonora: 736 mdp.
13- Ecatepec, Estado de México: 730 mdp.
14- Guadalupe, NL: 643 mdp.
15- Aguascalientes, Aguascalientes: 543 mdp.


