
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de marzo.- Entre los 26.7 millones de actas digitalizadas por el Registro Civil hay joyas históricas.
El acta de defunción del creador del Registro Civil es una de ellas y uno de los principales tesoros de esa institución.
La muerte de Benito Juárez fue asentada ante el juez Francisco J. Ruiz por su hijo mayor, del mismo nombre, cuyo domicilio era en el número 1 de la calle Moneda.
Se apuntó textualmente que Juárez “falleció de ‘Neurosis del gran simpático’ el padre del comparente C. Benito Juárez Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, natural del San Pablo Guelatao en el estado de Oaxaca, de sesenta y seis años de edad, viudo abogado y con habitación en la misma casa”, cuyos certificados médicos fueron emitidos por sus doctores de cabecera Ignacio Albarado, Gabino Barreda y Rafael Lucio.
En julio de 1859, en Veracruz, el presidente Benito Juárez expidió las Leyes de Reforma, y con ello el establecimiento formal en México del Registro Civil. En el Distrito Federal el registro se personas se instituyó en 1861. Desde ese año y hasta 1935 se anotaban los nacimientos y defunciones en libros que fueron sustituidos por actas individuales.
Ahora se lucha por conservar ese registro mediante la digitalización que inició hace unos cinco años, y que consiste en fotografiar, capturar, editar y almacenar en servidores la historia del crecimiento demográfico de la ciudad, explicó el titular de la institución, Héctor Maldonado San Germán.
Apóstol de la democracia
La muerte de Francisco I. Madero, por ejemplo, aún fue anotada en libros. Oficialmente su deceso fue causado por “dos heridas penetrantes de cráneo por arma de fuego”.
En el registro se establece que Gabino Mendoza acudió la tarde del 24 de febrero ante el juez Rómulo Luna para entregar un oficio de la comandancia militar que solicitaba levantar el acta de defunción del presidente traicionado por Victoriano Huerta.
Los datos generales resumen que Madero tenía residencia en el Castillo de Chapultepec. La I. hacía referencia a su segundo nombre, “Inocencio” (sic). Tenía 39 años y era agricultor. No hubo galeno que certificara la defunción que, se presume, ocurrió el día 22, ignorándose la hora, y fue el médico militar Virgilio Villanueva quien determinó la causa de la muerte horas después de ocurrida.
Otro de los registros que están guardados en bóvedas y serán parte del museo que abrirá el Registro Civil en los próximos años, es el acta de nacimiento de Frida Kahlo.
La niña que se convertiría en la más afamada pintora mexicana de la historia, fue registrada el 4 de agosto a las 11 de la mañana de 1907. Su acta establece que nació “el día 6 seis de julio próximo pasado á las 8 ½ de la mañana”.
Ese documento se encuentra en un libro legible, sin embargo, no todos han tenido la suerte de mantenerse en buenas condiciones, y por eso es necesario conservarlos en condiciones de temperatura y humedad controlados.
En el acta de defunción de Rafael Gómez Valdez y Guadalupe Castillo, Tin Tan, se lee que su muerte fue causada por un “coma hepático y carcicoma de páncreas”. Tin Tan murió en Antonio Caso 122, colonia San Rafael, y fue sepultado en la zona general del Panteón Jardín.
La digitalización del registro, de acuerdo con Maldonado San Germán, se encuentra en 99 por ciento de avance, y una vez que en otras entidades se concluya con ese proceso, sería posible que desde la capital puedan obtenerse actas de nacimiento, defunción o matrimonio foráneas sin tener que trasladarse a los estados donde se realizó el trámite.
“Ya estamos listos para interconectarnos con ocho estados que también han digitalizado sus registros, aunque éste es el más grande.
“Hemos encontrado en los últimos años, 60 mil nombres únicos, que son aquellos que la gente forma combinando dos nombres, es decir, están creando nombres nuevos”, explicó.
Camino al disco duro
Un vistazo a los pasos que se siguen para digitalizar:
En el proceso de digitalización, los libros son fotografiados hoja por hoja por un equipo de cuatro fotógrafos. Cada fotografía es ingresada a un sistema de cómputo. Un equipo de capturistas anota el texto del documento en una plantilla de un procesador de textos.
Cada fotografía es enviada a un grupo de edición que “recorta” los bordes del documento para dejarlo limpio del resto de las hojas, pasta o manchas del libro.
Cada una de las fotografías es guardada en la memoria de los servidores.
El Registro Civil de la Ciudad de México desarrolló su propio software libre para evitar el gasto de la licencia a proveedores privados.
El Registro Civil del DF es el mayor archivo del país que guarda tesoros de documentales de personajes históricos, intelectuales y artistas de todo tipo.


