
SAO PAULO, 30 de junio.- La popularidad de la presidenta Dilma Rousseff se derrumbó 27 puntos a 30% tras las protestas que se iniciaron hace más de dos semanas en Brasil y que prometen repetirse hoy para la final de la Copa Confederaciones de la FIFA en Río de Janeiro.
Según un sondeo de la firma Datafolha difundido ayer, la popularidad de Rousseff cayó de 57% a 30% desde la primera semana de junio, impactada por las masivas protestas callejeras en demanda de mejoras sociales.
En marzo, Rousseff exhibía una popularidad de 65%, según Datafolha, y al menos hasta el inicio de las protestas figuraba como la favorita para ganar las elecciones presidenciales de octubre de 2014.
La popularidad de la Presidenta ya había caído entre marzo y junio de 65% a 57% según Datafolha, afectada por el lento crecimiento de la economía y la aceleración de la inflación en el país (6.5% en 12 meses a mayo, el techo de la meta oficial).
Brasil, séptima economía del mundo, creció apenas 0.6% en el primer trimestre de 2013 en relación al anterior. En 2012 se expandió 0.9% tras hacerlo 2.7% en 2011 y un fuerte 7.5% de 2010.
“Si la economía estuviera bien sería distinto, pero no es el caso”, añadió el analista político André César, de la consultora Prospectiva en Brasilia.
Con las protestas y las demandas sociales sobre la mesa, “ahora hay un cuadro radicalmente diferente que nadie imaginaba. Dilma ya no es la presidenta fuerte de hace unos meses”, planteó César.
“Rousseff tiene que recuperar la gobernabilidad y, a partir de ahí, pensar en la reelección”, añadió.
Varias de las protestas terminaron con enfrentamientos entre manifestantes y policías.

