
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de mayo.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que su país y México pasan tanto tiempo enfocados en temas de seguridad “que (los estadunidenses) a veces olvidamos” que se trata de un “enorme socio comercial”.
En conferencia de prensa, a dos días de su viaje de trabajo a México, Obama abordó una amplia gama de temas de la relación bilateral, incluso las perspectivas de la reforma migratoria.
Afirmó que el énfasis de su visita a México será en torno a cómo profundizar, mantener y mejorar el diálogo económico.
“Mi impresión es que el nuevo Presidente es serio acerca de las reformas. Ya ha tomado algunas decisiones difíciles. Pienso que va a hacer más que mejoren la economía y la seguridad de los ciudadanos mexicanos y también mejorará la relación bilateral”, expuso.
Respecto al tema de seguridad, recordó: “Pienso que en mi primera conversación con el Presidente (Peña Nieto), me indicó que estaba muy preocupado acerca de cómo podemos cooperar para enfrentar a los cárteles transnacionales de droga” y en ese sentido afirmó que “hemos dado grandes pasos en la coordinación y la cooperación entre nuestros dos gobiernos”.
Sin embargo, advirtió: “Mi sospecha es que aún puede ser mejorada”. Opinó que algunos de los temas a los que se refiere Peña Nieto son realmente refinamientos y mejorías en términos de cómo las autoridades mexicanas trabajan entre sí, cómo se coordinan más efectivamente, “y menos de cómo están tratando con nosotros per se”.
Obama visitará México acompañado por asesores políticos y funcionarios de segundo nivel, pero ningún miembro del gabinete, dijeron fuentes estadunidenses.
Obama: no todo es seguridad
El presidente de Estados Unidos afirma que “a veces nos olvidamos que México es un enorme socio comercial”.
El presidente Barack Obama afirmó que México y Estados Unidos pasan tanto tiempo enfocados en temas de seguridad “que (los estadunidenses) a veces olvidamos” que se trata de un “enorme socio comercial”.
A dos días de su anunciado viaje de trabajo a México, el mandatario estadunidense abordó una amplia gama de temas, incluso las perspectivas de la reforma migratoria, y declinó comentar los presuntos cambios de prioridad en el combate mexicano al narcotráfico divulgados recientemente.
“No voy a juzgar aún cómo alterará esto la relación entre Estados Unidos y México hasta ver exactamente qué es o qué tratan de lograr”, dijo, antes de subrayar su impresión de que el presidente Enrique Peña Nieto “es serio acerca de las reformas” y que debe tomar algunas decisiones difíciles.
Obama afirmó que el énfasis de su próxima visita a México será en torno a cómo profundizar, mantener y mejorar el diálogo económico por un largo periodo de tiempo.
Igualmente se dijo optimista respecto a las posibilidades de la reforma migratoria en el Congreso de Estados Unidos, pero precisó que aún no sabe qué incluirá la propuesta de ley que se presentará en la Cámara de Representantes (diputados).
Pero aceptó que la seguridad será un tema muy presente.
“Pienso que en mi primera conversación con el presidente (Peña Nieto), me indicó que estaba muy preocupado acerca de cómo podemos cooperar para enfrentar a los cárteles transnacionales de droga” y en ese sentido afirmó que “hemos dado grandes pasos en la coordinación y la cooperación entre nuestros dos gobiernos”.
Advirtió, sin embargo, que “mi sospecha es que aún puede ser mejorada” y opinó que algunos de los temas a los que él (Peña Nieto) se refiere son realmente refinamientos y mejorías en términos de cómo las autoridades mexicanas trabajan entre sí, cómo se coordinan más efectivamente “y menos de cómo están tratando con nosotros per-se”.
En general, agregó, “mi impresión es que el nuevo Presidente es serio acerca de las reformas. Ya ha hecho algunas decisiones difíciles. Pienso que va a hacer más que mejoren la economía y la seguridad de los ciudadanos mexicanos. y también mejorarán la relación bilateral”.
Dos frentes
Las declaraciones el mandatario estadunidense reflejaron la dificultad que enfrentará en México, indicó Shannon O’Neil, analista del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York.
“Para Obama, el reto esta semana será empujar en ambos frentes: reconocer y apoyar las ambiciones económicas, pero asegurarse que la cooperación de seguridad no flaquee”, escribió O’Neil en The Dallas Morning News”.
O’Neil señaló que Obama se reunirá con lo que definió como “casi dos gobiernos distintos”, constituidos por equipos, agendas y estrategias diferentes, dedicado uno al tema de seguridad y el otro a lo económico.
La analista destacó que ambos temas son igualmente importantes para la relación bilateral, pero precisó que “para ser justos, seguridad es mas difícil”.
Tras recordar que el comercio bilateral es de casi 500 mil millones de dólares anuales y que la vinculación económica “tiene el potencial de transformar ambas naciones”, O’Neil apuntó que los planes de seguridad del nuevo gobierno mexicano son aún vagos”, aunque se anunció ya que la colaboración en términos de información de inteligencia pasará a través de un solo conducto: la Secretaría de Gobernación.
Cambio en temas
La visita del presidente Barack Obama a México se podría encaminar primordialmente en temas económicos y de intercambio comercial, contrario al enfoque de seguridad que se ha dado en administraciones anteriores a la de Enrique Peña Nieto.
Lo anterior de acuerdo con John Negroponte, ex embajador de Estados Unidos en México, quien participó en un panel de discusión sobre los objetivos a alcanzar durante la estancia del mandatario estadunidense en México, organizado por Americas Society/Council of Americas.
“Han pasado 10 años desde septiembre de 2001, durante este tiempo nos hemos enfocado en la seguridad y eso es totalmente entendible, pero ha llegado el tiempo en que este enfoque cambie”, aseguró el ex diplomático.
Negroponte señaló que al igual que Obama, los presidentes estadunidenses han asignado un alto valor a las relaciones con México, tanto que se ha hecho una práctica común las reuniones tempranas entre sus mandatarios: “se ha seguido fiel con la tradición de reunirse inmediatamente después de la elección de cada presidente por ambos países lo cual es muy satisfactorio”.
A esta discusión también asistieron el empresario mexicano Raúl M. Gutiérrez y el ex embajador estadunidense en México, James R. Jones. Este último coincidió en que es probable que esta reunión tenga como nuevo punto central los temas económicos.
“Las relaciones entre México y Estados Unidos cambiaron fundamentalmente desde la implementación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, que anteriormente se habían mostrado tibias en el plano económico”, recordó Jones.
Asimismo resaltó que es importante establecer más reuniones entre los gabinetes de ambos gobiernos: “podría ver un cierto tipo de institucionalización de las reuniones al menos una vez por año y a nivel de gabinetes, en donde se establezca una agenda en temas que resulten primordiales y se llegue a acuerdos”.
Viene comitiva de bajo perfil
El presidente de EU será acompañado por asesores y funcionarios de segundo nivel, pero ningún integrante del gabinete.
El presidente Barack Obama visitará México acompañado por asesores políticos y funcionarios de segundo nivel, pero ningún miembro del gabinete, dijeron fuentes estadunidenses.
La comitiva dará énfasis a lo que las fuentes definieron como “carácter político” de lo que se presenta como una “gira de trabajo” a México y a Costa Rica, que en total durará apenas 48 horas.
De acuerdo con las fuentes, Obama estará acompañado por varios de sus asesores políticos, tanto de política exterior como doméstica, y de seguridad nacional de la Casa Blanca, así como por subsecretarios de varias dependencias.
La mayor parte de los puntos a consideración durante la visita han sido abordados ya en conversaciones directas entre funcionarios, durante visitas hechas en semanas recientes por funcionarios mexicanos, como los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Hacienda, Luis Videgaray, y de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, o estadunidenses a México, como el procurador general Eric Holder, más recientemente.
Lo que queda ahora es el entendimiento político entre los dos mandatarios, comentaron las fuentes, al indicar por ejemplo que los conceptos “economía” y “seguridad” cubren una amplia gama de temas, de lo bilateral y lo regional a lo mundial, de la economía a la seguridad nacional y de las alianzas estratégicas a cuestiones como la legalización de la mariguana.
Obama llegará a México alrededor de las dos de la tarde y será recibido por el presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, donde sostendrán una reunión de trabajo y luego darán una conferencia de prensa.
Esa noche, Obama y sus acompañantes asistirán a una cena en la residencia oficial de Los Pinos. Obama pernoctará en el mismo hotel donde se quedó en 2009, en la zona hotelera de Polanco, debido a sus ventajas de seguridad, dijeron las fuentes.
En esa ocasión se estableció un perímetro de seguridad que incluyó un despliegue militar mexicano y el desvío de una ruta de aproximación aérea al Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
Al día siguiente sostendrá reuniones con jóvenes y con empresarios, grabará su programa semanal de radio y luego se dirigirá al aeropuerto para volar a la capital de Costa Rica.
Monstruos cargan gasolina Premium
El grupo de limusinas negras que se utilizarán en los recorridos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la Ciudad de México se detuvieron a cargar combustible en la gasolinería de Río Lerma y Rhin, en la colonia Cuauhtémoc, ante el asombro de los despachadores.
“Es grande, muy grande. Cargó Premium”, dijo uno de los empleados de la estación de la empresa Cualli número 150 .
“Debe cargar al menos unos 150 litros de gasolina. Lo mismo que una camioneta grande”, dijo el empleado la tarde de ayer.
Los vehículos fueron llevados de la embajada de Estados Unidos, ubicada en la manzana que forman las calles Río Lerma, Río Danubio y Paseo de la Reforma, a la gasolinería que se ubica a dos cuadras de la representación estadunidense.
A la estación de servicio arribaron dos vehículos marca General Motors creados ex profeso para trasladar a las comitivas del presidente estadunidense, y dos camionetas Suburban. Todos los vehículos eran negros.
Debido a su longitud de 5.5 metros, la unidad tuvo que ingresar en reversa a la gasolinera para poder maniobrar y estacionarse a un costado de la bomba de servicio.
Su estructura es de una camioneta modificada, está fabricada en aluminio y titanio, pesa unas ocho toneladas, sus ventanas tienen 12 centímetros de grosor por unos 20 centímetros de las puertas y sus neumáticos pueden soportar disparos sin averiarse.
De acuerdo con las especificaciones de la empresa constructora de la limusina, funciona con diesel; sin embargo, los vehículos recibieron una carga de más de 100 litros de gasolina Premium ultra bajo azufre (UBA) en la gasolinería de la colonia Cuauhtémoc.
La estación es visitada con frecuencia por funcionarios y empleados de la embajada de Estados Unidos, que pagan el suministro con vales electrónicos, de acuerdo con empleados entrevistados por Excélsior.
Tras abastecerse, las dos limusinas y las dos camionetas Suburban fueron llevadas de nuevo a la embajada utilizando Río Rhin, Reforma, Río Tíber y Río Lerma.




