
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de marzo.- Por su bajo costo, por los beneficios para el consumo y por estar al alcance de la mano, la producción de alimentos en huertos urbanos está tomando fuerza en la Ciudad de México, aunque las autoridades reconocen la necesidad de que la población deje de tomarlo como una moda y conozca sus beneficios.
Dejando atrás la idea de que sólo las poblaciones campesinas o de bajos recursos tienen que recurrir al cultivo de la tierra, muchas personas han encontrado en la producción de sus propios alimentos una vía para reducir costos, alimentarse mejor y adornar su casa con vegetación.
“El simple hecho de entrar a la cocina y saber que con abrir la ventana, salir al balcón, al patio o en el jardín, estarán gran parte de los productos que necesitan para hacer la comida, demuestra la gran bondad de la naturaleza”, aseguró Antonio Guerra, presidente de la asociación Agricultura en Calle.
Dice que la inversión de tiempo y dinero es poca, ya que un huerto en casa o departamento no requiere más que un pequeño espacio para colocar las macetas o contenedores en donde se siembren los productos.
En el marco del Año Internacional de la Agricultura Familiar, decretado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) organizaciones ambientalistas y autoridades locales, coinciden en la necesidad de que los capitalinos conozcan las oportunidades que tienen de producir sus propios alimentos.
“Debe dejar de ser visto como una moda y más bien que se genere como una política pública para los habitantes de la ciudad”, aseguró Hegel Cortés, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec).
Dijo que la inmediatez de alimentos frescos y de calidad que ofrecen los huertos urbanos, permite a su vez que se consolide un esquema de seguridad alimentaria para los habitantes de la capital, lo que se reflejará en su salud.
Informó que desde el año pasado se puso en marcha un programa de agricultura sustentable a pequeña escala en unidades habitacionales que consiste en ocupar espacios comunes y sin un uso constante para transformarlos en huertos atendidos por los propios vecinos.
Apenas la semana pasada presentaron la primera cosecha de jitomate, en la unidad habitacional Emiliano Zapata, en la delegación Álvaro Obregón, la cual servirá para el consumo de los vecinos. El excedente será vendido y los recursos obtenidos se reinvertirán en la unidad.
“Cuando empieza a producirse un excedente en los huertos urbanos, se va a tener que pasar a una cuestión de comercialización. Más allá de la producción y salud alimentaria, el empleo y autoempleo, la educación y respeto al medio ambiente, vamos a generar una cultura de sostenibilidad en la Ciudad de México”, aseguró en entrevista.
Preparan a guardianes
Destacó la participación de niños en el cuidado de los huertos urbanos, a quienes han nombrado “guardianes agroalimentarios”, para promover en ellos la cultura del cuidado al medio ambiente, el consumo responsable y la producción de sus propios alimentos.
Con los adultos mayores ocurre algo similar, dijo el titular de Sederec, ya que han encontrado en los huertos una distracción productiva que mejora su estado anímico y les da también un espacio de convivencia.
El funcionario destacó que para este año prevén la instalación de diez nuevos huertos urbanos en unidades habitacionales de la delegación Álvaro Obregón y cinco más en Miguel Hidalgo, aunados al presupuesto de dos millones de pesos para apoyo a asociaciones o particulares que quieran colocarlos.
Sobre la comercialización de las cosechas, descartó que represente una competencia desleal, puesto que al utilizar los procesos de producción sustentables, pueden catalogarse como orgánico y venderse a un precio un poco más alto que el comercializado en el mercado.
Hegel Cortés reconoció que es necesario impulsar una normatividad que haga más accesibles, en cuanto a costos y trámites, las certificaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para productos de huertos urbanos.
“Se deben ir hacia los sellos orgánicos, sellos verdes o de buenas prácticas y aquel productor que no utilice agroquímicos, fertilizantes que tengan derivados del petróleo, puedan tener un mejor precio para el trámite”, apuntó.
Difusión en bicicleta
Otra dependencia que promueve la agricultura familiar es la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), con programas como Alcánzame, que cada primer domingo de mes durante el paseo ciclista sobre Reforma invita a la gente a conocer los huertos en casa y asesora en el proceso de instalación, de acuerdo con Liliana Balcázar, subdirectora de Centros de Educación Ambiental de la Sedema, quien informó que en las dos primeras ediciones del programa han atendido a más de dos mil personas.
Mujer de Huerto es otro de sus programas y en él capacitan a mujeres, amas de casa, en situación de vulnerabilidad o estudiantes.
“Las mujeres reconocen que producir sus propios alimentos reduce gastos y es un ahorro que contribuye a la economía familiar”, informó Rosa Gómez, directora general de Bosques Urbanos y Educación Ambiental.
Adelantó que la dependencia ya elabora un manual para que la gente que decida instalar su huerto en casa, conozca los requerimientos cuidados y consiga buenos resultados.
En tanto, todos los fines de semana ofrecerán cursos de agricultura urbana y familiar en los tres centros de educación ambiental, cuya ubicación está disponible en la página de internet www.sedema.df.gob.mx.
Tendencia de los 70
Durante el sexenio de Luis Echeverría, el Instituto Mexicano para la Infancia y la Familia promovió los huertos familiares en zonas rurales y comunidades con poco acceso de servicios.
En 1976, la iniciativa, que fue una instrucción de la entonces primera dama, María Esther Zuno, se dio con el apoyo de los Grupos Promotores Sociales Voluntarios, quienes realizaron talleres de capacitación para mujeres en zonas rurales e indígenas, dándoles la información necesaria para emprender su huerto en casa.
Aunque no hubo resultados oficiales sobre dicho programa, en los informes de presidenciales en el sexenio de Luis Echeverría, fue constante el reconocimiento a los huertos caseros en varios estados de la República, junto con el trabajo de apoyo y orientación a las familias.
Beneficios
Dependencias del Gobierno del DF como Sedema y Sederec buscan promover las bondades de la agricultura urbana:
- La cosecha de un huerto urbano reduce los gastos y es un ahorro que contribuye a la economía familiar.
- La producción de alimentos propios garantiza que no contengan pesticidas ni fertilizantes.
- De manera inmediata se tienen alimentos frescos y de calidad.
- Los adultos mayores encuentran en ellos una distracción productiva
- Promueve entre los niños una cultura de cuidado del medio ambiente y el consumo responsable.




