
SALTILLO, Coahuila, 22 de septiembre.— Autoridades de los tres niveles de gobierno definieron estrategias para garantizar la seguridad de los autobuses suburbanos que transitan por el municipio de Torreón, y que han sido objeto de dos ataques consecutivos por parte de la de la delincuencia organizada.
En la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango se han registrado cinco ataques, dos en Torreón y tres en Gómez Palacio.
Los puntos de vigilancia se montarán en Ramos Arizpe, por donde ingresan los autobuses a Torreón; Manuel Acuña, por donde entran la línea transportes Moctezuma de La Laguna, y en la Calle Falcón, por donde circula la línea de Transporte del Nazas.
AMENAZA VELADA. Los delincuentes quieren que suspendan las corridas las líneas atacadas.
Cabe mencionar que las autoridades no han sostenido reuniones con los transportistas afectados, aunque no se descarta que en los próximos días sostengan un dialogo para definir estrategias.
Por su parte, a Procuraduría estatal invitó a la ciudadanía a denunciar cualquier anomalía al Sistema de Emergencia 066 y al 088 Denuncia Anónima.
La PGJE informó que el propietario de la unidad quemada el miércoles pasado ya presentó la denuncia penal ante el Ministerio Público.
El informe dice que policías de averiguaciones previas interrogaron al chofer de la unidad, quien se encuentra internado en un hospital en Durango.
El mismo informe asegura que los propietarios de la unidad quemada el jueves pasado no han presentado denuncia alguna.
Recuento de hechos
Las unidades del transporte público han sido objeto de cinco atentados desde el 16 de agosto, cuando quemaron elprimer camión frente a la estación de Bomberos de Lerdo; el 30 de agosto fue en la Colonia San Isidro del lado de Durango; aquí, el chofer falleció.
El tercero tuvo lugar en Lerdo a la altura del periférico La Laguna, donde hombres armados obligaron al chofer y a los pasajeros a bajar de la unidad.
Los otros dos siniestros fueron en Torreón, Coahuila. Ante las amenazas, los choferes suspendieron sus labores, ya que los delincuentes les exigen dejar de prestar el servicio.

