
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de septiembre.- El proyecto de quioscos digitales iTodo que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) instaló en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro para descargar libros, música y videos fracasó. Las autoridades capitalinas tienen parados más de siete millones de pesos que invirtieron en los aparatos.
Durante la instalación del programa iTodo, en 2011, se argumentó que el objetivo era combatir la piratería y otorgar a los usuarios del Metro una alternativa de descargar contenidos digitales a bajo costo.
Sin embargo, actualmente estos aparatos están en el olvido y sin funcionar. Incluso para poder bajar los contenidos digitales se necesitan tarjetas de prepago que serían vendidas en las inmediaciones de los quioscos, pero eso tampoco pasa.
Este diario llamó a los teléfonos de atención al cliente que señalan los quioscos y se encuentran fuera de servicio.
La anterior administración capitalina, a través del Fideicomiso del Centro Histórico, instaló estos quioscos en 15 estaciones del Metro, y dijo que se pondrían otros más por distintos puntos de la ciudad, sobre todo en las inmediaciones del centro de la ciudad.
Este proyecto surgió, según indicó el propio fideicomiso, a partir de una iniciativa brasileña llamada Crea tu Mundo, de la empresa Phone Station.
En total el fideicomiso adquirió 25 quioscos iTodo a la empresa Estación Digital FS EES de México por un monto total de 7 millones 174 mil pesos, según cita el contrato 079-210, cuya copia posee Excélsior.
Durante el evento de presentación, el aún director del Fideicomiso del Centro Histórico, Inti Muñoz, indicó que la iniciativa respondía a la necesidad de generar alternativas para su consumo y eliminar “un fenómeno vinculado con el comercio popular, el desempleo y la dinámica económica: la piratería”.
Pero el proyecto quedó en el olvido, pues aunque los quioscos están instalados de forma permanente, no es posible utilizarlos a menos de que un auxiliar del programa iTodo esté presente, pues son los encargados de vender las tarjetas de prepago con las que funcionan, pero ese personal ya no está a pesar de que se anunció que podrían encontrarse de 10:00 a 18:00 horas.
Catálogo de 350 mil temas
En total los quioscos digitales iTodo contaban con un catálogo de de 350 mil canciones, 70 mil tonos para teléfonos celulares, 20 mil audiolibros y 20 mil videos. Las tarjetas de prepago tenían costos desde 15, 25, 50 y hasta 100 pesos.
Los precios de los canciones se fijó en 12 pesos, el de un video 20 pesos, el de un tono para teléfono 15, un audiolibro 120 pesos, en promedio, y el contenido podía descargarse vía USB, Bluetooth o insertar la tarjeta de memoria en la ranura correspondiente.
Las estaciones donde se encuentran estos quioscos digitales son: Chapultepec, Pino Suárez, Zaragoza, Zócalo, Bellas Artes, Taxqueña, Chabacano, Universidad, Zapata, Instituto del Petróleo, La Raza, Basílica, Ferrería, Barranca del Muerto y Pantitlán. Para poder renovar el contenido, los quioscos deben tener un mantenimiento constante, por lo que el Gobierno del DF, además de invertir en la compra de los 25 aparatos –que en total costaron siete millones 174 mil pesos–, firmaron contratos con la misma empresa Estación Digital FS EES de México para la “operación, mantenimiento y administración” de los quioscos digitales.
El primer contrato se firmó en octubre de 2011 y estuvo vigente hasta diciembre de ese mismo año. En total el gobierno de la Ciudad de México desembolsó para ello un millón 131 mil pesos. Sin embargo, en 2012 el proyecto ya no recibió la misma atención por parte del Fideicomiso del Centro Histórico, toda vez que únicamente se firmó el contrato de enero a junio. Nuevamente se suscribió con Estación Digital FS EES de México y en esa ocasión el monto a pagar fue de 2 millones 271 mil 600 pesos.
Excélsior buscó el contrato de “Operación, mantenimiento y administración” para el segundo semestre de 2012, pero no se encontró, pese a que la información de contratos está actualizada.
El proyecto de los quioscos digitales fue criticado por la Comisión de Cultura de la ALDF desde su lanzamiento, pues se consideró que autoridades buscaban suplir programas como el de Leer de Boleto en el Metro.
Asimismo, se puso en duda que los nuevos quioscos inhibieran el comercio informal que se realiza en los vagones del Metro, como lo pretendían las autoridades capitalinas.
De acuerdo con los mismos comerciantes ambulantes, a los que se conoce como vagoneros, lo que más venden, además de las golosinas, son precisamente discos y libros piratas, productos que aún pueden encontrarse dentro de las estaciones de todas las líneas de esa red de transporte.



