
QUITO, 3 de agosto.- El cuerpo de Christian Benítez recorrió los 14 mil 535 kilómetros que separan a Ecuador de Qatar para recibir su último adiós. Los cánticos de los aficionados, el sonido de los tambores, las banderas de Ecuador y su familia frente al ataúd formaron la última escena que rodeó a los restos del goleador ecuatoriano.
El avión con el cuerpo de Chucho Benítez, procedente de Doha, aterrizó en territorio sudamericano en la madrugada de ayer. En su arribo, carros de bomberos lanzaron chorros de agua sobre la aeronave en señal de bienvenida, mientras fuera de la pista las personas, resistiendo las bajas temperaturas, se reunieron para seguir de cerca el descenso del ataúd.
¡Chucho siempre estarás en nuestros corazones!”, coreaban aficionados arropados con banderas de El Nacional, el club ecuatoriano en el que el goleador inició su carrera en 2004.
El féretro con la bandera de Ecuador fue trasladado en un carro fúnebre y escoltado por decenas de vehículos y más de mil 300 policías designados para el evento.
“Ha sido un dolor muy grande para nosotros que conocimos la humildad de Christian, la sencillez”, dijo Brenda Benítez, tía del delantero.
Antes del funeral, el cuerpo del goleador de la selección de Ecuador fue sometido a una nueva autopsia por exigencia de la familia. El resultado reveló que Benítez sufría un problema coronario que lo tenía “destinado a morir” en un “día más, dos días más, un mes más”, afirmó Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Futbol.
El médico de la selección ecuatoriana, Patricio Maldonado, detalló la causa del deceso.
“Fue una muerte natural, muerte súbita de un largo periodo. Encontramos un edema agudo de pulmón, vinculado con una enfermedad del miocardio”, explicó.
Tras una larga espera, el ataúd ingresó al coliseo Rumiñahui, un complejo deportivo, en hombros de Ermen Benítez, padre del jugador; su suegro, el ex seleccionado Cléver Chalá y del atacante Carlos Tenorio.
Miles de personas con fotografías de Chucho Benítez o llevando ramos de flores organizaron una fila para ingresar al sitio donde fue instalada la capilla. El futbolista Antonio Valencia, del Manchester United y amigo cercano de Benítez, lucía desconsolado frente al féretro que dejaba ver el rostro del goleador.
Por su parte, la esposa del goleador ecuatoriano, Liseth Chalá, estuvo arropada por todos sus familiares y amigos del futbolista.
Se esperaba que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, llegara al funeral por la noche. El entierro del jugador está programado hoy por la mañana.
Los restos de Benítez serán sepultados en el cementerio Monteolivo, ubicado en la capital de Ecuador.






