
CIUDAD DEL VATICANO, 20 de marzo.- El papa Francisco recibió hoy en El Vaticano a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en una audiencia privada que no estaba prevista y le confirmó que en julio próximo viajará a ese país sudamericano para visitar Río de Janeiro y Aparecida.
La sala de prensa de la Santa Sede confirmó que el encuentro tuvo lugar en la biblioteca privada del pontífice en el Palacio Apostólico. Duró casi 40 minutos y se trató de la primera audiencia oficial del pontificado, tras la misa de inicio del ministerio petrino de ayer en la Plaza de San Pedro.
Tras un coloquio privado entre ambos jefes de Estado, se pasó a la presentación de los 11 funcionarios parte de la comitiva brasileña. Inmediatamente tuvo lugar un intercambio de dones.
Como ocurrió el lunes con la presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, el obispo de Roma regaló a su invitada una copia del documento final producto del encuentro de pastores en 2007.
En declaraciones a un grupo de periodistas, después del encuentro, Rousseff aseguró que el viaje a Aparecida tendrá lugar justo después de la Jornada Mundial de la Juventud, ya prevista del 23 al 28 de julio próximo en la ciudad de Río de Janeiro.
Jorge Mario Bergoglio conoce bien la casa de la Virgen negra. En 2007 fue elegido presidente de la Comisión de Redacción del documento final de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe, la cumbre de obispos de toda la región que se reunió justamente en esa localidad brasileña.
El entonces arzobispo de Buenos Aires (Argentina) recibió la mayoría de votos de sus pares para ocupar uno de los puestos más delicados.
“Habló de la importancia de los jóvenes en la construcción del futuro de América y cómo la Iglesia, una institución antigua, ve en los jóvenes un recurso muy grande”, señaló la mandataria.
Agregó que el Papa espera una presencia masiva de jóvenes en Río. “Estaba muy entusiasmado, hablamos sobre los jóvenes, sobre las drogas, de los valores”, dijo.
“Él es una persona extremamente carismática y, al mismo tiempo, tiene un gran compromiso con los pobres, lo cual convierte a la relación (del Vaticano) con Brasil muy importante para nosotros brasileños porque el gobierno, después de Lula, puso a la superación de la pobreza como política de Estado”, insistió.
Añadió que el líder católico conoce bastante bien la realidad brasileña, durante su coloquio puso el acento en las poblaciones más frágiles, como por ejemplo los “cartoneros” que estuvieron en el día de su toma de posesión, ya que uno de ellos viajó a Roma desde Buenos Aires a representar a todos los cartoneros.
“Fue una conversación grata. Creo que es un Papa muy importante para el momento que vivimos. Él es un Papa muy normal, habla el ‘portuñol’ pero comprende bien el portugués”, indicó.
“Creo que los argentinos tienen una gran fortuna, felicidades a Argentina pero nosotros en Brasil decimos que el Papa es argentino pero Dios es brasileño”, asintió Rousseff, echando mano de una frase coloquial de su país.
jrr

