
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de junio.- La inauguración del estacionamiento subterráneo del Monumento a la Revolución está en puerta: los tapiales que rodeaban la entrada del aparcamiento han sido retirados y se instalaron los letreros de bienvenida a los futuros usuarios.
En una mampara a la entrada del estacionamiento, en la esquina de Lafragua, se colocó el letrero de “Próxima inauguración”.
De acuerdo con trabajadores que laboran en el lugar, la apertura ser realizará en el transcurso de la semana, pues “sólo faltan detalles para terminar la obra”.
Los accesos peatonales ya están concluidos y a la vista del público, al igual que los cubículos de cristal que dan acceso a las escaleras y elevadores para personas con discapacidad.
En la plaza, sin embargo, sigue montado el campamento de la empresa constructora INDI, que incluye una grúa que continúa suministrando materiales de construcción para los niveles inferiores.
De acuerdo con imágenes de la propia constructora, se encuentra habilitado ya el sistema de videovigilancia dentro del estacionamiento, se instalaron las máquinas expendedoras de boletos, las plumas de acceso y salida, así como los dispositivos de cobro.
Ya se rotularon las señales de tránsito dentro del estacionamiento, se delimitaron los cajones y se instalaron los extintores. El estacionamiento comenzó a construirse en julio de 2009 como parte de la remodelación de la Plaza de la República y del Monumento a la Revolución, y se preveía que sería parte de las obras a inaugurarse en el Bicentenario.
Las obras se retrasaron por casi tres años; la apertura será parcial. La obra tiene 18 mil 991. 29 metros cuadrados de obra, y por las extensiones de tiempo se han tenido que tramitar nuevas licencias para cubrir esos periodos extras.
Contará con cuatro niveles y en los próximos días se abrirán los primeros dos, que serán los más superficiales. En total la obra contará con 690 cajones de estacionamiento.
Además del estacionamiento, en el entorno de la Plaza de la República se termina de remodelar el edificio de viviendas en la esquina de Ignacio Ramírez, y está pendiente la recuperación del edificio del Palacio de la Pelota, cerrado por un conflicto laboral desde 1992.

